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martes, 26 de junio de 2012

LA TORTUGUITA LUZ . UN CUENTO PARA LA FAMILIA.

LA TORTUGUITA LUZ // by DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO

La tortuguita LUZ sale del río, busca a su madrecita para que le
La tortuguita luz saliendo del río.
de su comida.


















Su madre Lucía le prepara una sopa de auyama porque a Luz le gusta mucho.


Lucía, madre de luz preparando sopa de auyama

Luz se sienta con su madre a comer, comparten sus ideas sobre la comida que preparó, pronto llegará Papá del trabajo y le ayudará a hacer sus tareas.





Luz y su madre Lucía comiendo sopa de auyama
Papá Elis le enseña las vocales o, a, i, e, u.


Luz fue a la escuela y en el examen sacó 20 puntos y A de sobresaliente.

Luz con sus amiguitas en la escuela La Bonita.

                                                        

martes, 19 de junio de 2012

CANCIO VIAJA A LAS ESTRELLAS //BY DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO

BY // DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO
CANCIO VIAJA A LAS ESTRELLAS


Cancio es un niño de 11 años, con ojos marrones muy expresivos que denotan su inteligencia, vive con su padre cerca de una población llamada Habichuelas, lleva ese nombre porque en esa ciudad que queda cerca del mar Caribe, en la costa venezolana se dan muchas habichuelas, todas de gran tamaño, de color verde en las múltiples variedades que hay en la naturaleza del campo, desde el verde oliva hasta el más tierno de los verdes, de las ramitas llamadas cogollitos, se desprenden las vainas que son como espadas afiladas en las puntitas y tienen una ligera pelusita que parece terciopelo.

En la orilla del mar, Cancio, se sienta con sus amigos a contar las estrellas, empieza el conteo por las que están más cercanas a la luna. Ese sábado, el día había estado soleado e hizo mucho calor, por eso, las familias, estaban sentadas en la playa refrescándose de la calidez transcurrida. El cielo tachonado de estrellas de todos tamaños se abría delante de ellos como un abanico inmenso. Sus ojos marrones brillaban con intensidad viendo la luminosidad de la noche.

Cancio estaba recostado en una colchoneta azul claro, con adornos rojos, sus padres Eloisa y René, conversaban animadamente con unos amigos, al mismo tiempo, Joselo y Nacho, sus compañeros y amigos, estaban sentados en dos sillas plegables de color verde, hablando sobre el firmamento colmado de estrellas pequeñas, grandes, plateadas, doradas y grises. La brisa nocturna y el vaivén de las olas, se oían suavemente, en un rítmico y alegre sonido musical.

Cancio y sus amigos Joselo y Nacho, estudian juntos en la escuela cercana  a su casa, pronto tendrían que entregar un Proyecto relacionado con los viajes de los astronautas al espacio sideral, y por eso, observaban las estrellas para anotar en su libretica. A ellos, les encanta hablar sobre los cuerpos celestes, la maestra le había mandado ese trabajo para que lo presentaran al finalizar el lapso, por eso ellos querían realizarlo de la mejor manera posible.

CANCIO REMONTA  EL VUELO PARA VER LAS ESTRELLAS EN SU GLOBO DIRIGIBLE
BY// DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO
Esa noche observaron que había estrellas pequeñas, redondas, estrellas con tres puntas, doradas que titilaban en un rítmico parpadeo, con cuatro y hasta cinco puntas como la estrella de David, que señaló el camino a los reyes magos cuando le llevaron a Jesús, hermosos presentes. Ellos, estaban sorprendidos por tantas bellezas nocturnas. Las luciérnagas con sus hermosas linternas titilaban como un arbolito de navidad, los grillos con su sinfónica a lo Dudamel, se esparcían por el ambiente, mientras ellos en voz baja y a veces con pequeños grititos, saturaban el ambiente acogedor saltando de un lado a otro en sus asientos.


BY// DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO
A Cancio y a sus amigos se les ocurrió la brillante idea de construir un globo dirigible para remontar el vuelo. Hicieron un plan de acción maravilloso en el que colocaron todas las características del dirigible, el tamaño, los materiales a usar, la dimensión, el peso, colores a utilizar, en fin, entre los tres se pusieron de acuerdo para afinar los detalles, para que no les faltará nada. 
Cada uno, con el dinero de la mesada fueron comprando los materiales, y se encerraban en el cuarto de los corotos a realizar su dirigible, a veces se ponían a discutir y se iba cada uno por su lado, Nacho sabía de carpintería, porque su padre, tenía una y le cortaba los pedazos de madera. De igual modo, el padre de Joselo era ingeniero automotriz y les ayudaba en lo que podía.


Así, que al cabo de seis meses ya tenían el dirigible hecho para ser presentado en la exposición en el Colegio, los Discípulos de Jesús.
Para exhibirlo llevaron una mesa, la decoraron con papel tapiz de color azul marino y azulado claro, agregaron estrellas, una luna, con papel aluminio y planchas de anime.

Al evento asistieron los padres de los niños y niñas y demás invitados, cada grupo de niños intervino en la explicación del mismo y al final del evento se les entregó su certificado a la excelencia por haber realizado los proyectos con mucho amor.  

Los tres compañeros se reunieron después de terminar la jornada y se sentían muy satisfechos porque al lugar de la exposición había asistido toda la familia, incluyendo a sus amigos del grupo de adoración donde cantaban en el coro de la iglesia. Sonrientes y felices se dieron la mano y gritaron su lema favorito¡Amigos, por siempre!. 

Después de todos esos momentos vividos, los amigos planificaron estudiar para ser astronautas, Cancio, hoy día trabaja como piloto en la Escuela de Aviación Militar, Nacho, trabaja como piloto privado y Manolo trabaja en la Nasa, preparando los astronautas para que vayan a la luna. Y su contacto con las estrellas y su amor por el espacio crece cada día más, se reúnen cada año durante 15 días y se montan en un dirigible de verdad comprado con los ahorros de los tres. Y observan en cada viaje nuevas estrellas y les colocan sus nombres respectivos.


BY// DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO
Valores resaltados en el cuento:
  • Deseos de superación.
  • Fe en sus metas y proyectos.
  • Amistad.
  • Amor a la familia.
  • Amor a los amigos.
  • Amor a Dios.
  • Constancia.
  • Autoestima.
  • Amor al trabajo.

viernes, 1 de junio de 2012

UN CUENTO DE UN ÁNGEL DE VERDAD// BY DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO

BY// DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO
        EL ANGEL DEL BOLSO ROJO
 
En uno de mis viajes a la capital, Caracas, invitada al congreso pedagógico de Ponencias nacionales de Fe y Alegría, después de compartir el desayuno con algunas compañeras del evento, Mariela, Sabrina, Lorena y Sofía, les comenté que me tenía que regresar a Ciudad Guayana porque un familiar se había sentido mal, nos retiramos de la mesa, me despedí de las personas que estaban allí y me dirigí a tomar un taxi, que me llevaría al aeropuerto, rumbo a la Guaira, a 45 minutos de la Universidad Andrés Bello.

Mientras duró el viaje iba observando el panorama, el paisaje, una lluvia tenue salpicaba el automóvil, las personas caminaban presurosas por llegar a sus sitios de trabajo, hacían largas colas en las avenidas para tomar el bus, otras se dirigían al subterráneo para montarse en el metro que los llevaría al otro lado de la ciudad.
 Y así la cinta asfáltica quedaba atrás y la variedad de paisajismos urbanos adornaban las orillas de la carretera, a lo lejos se veía, el Avila, como un soldado montando guardia, verde claro, verde oscuro, sombreado por nubes grises, a punto de romperse y desprenderse, el torrencial aguacero que limpiaría un poco el clima, suavizando el calor propio de la cercanía de las lluvias.

El aeropuerto ya se vislumbraba, solo quedaba una cuadra para llegar hasta él, el chofer se acomodó de manera que cruzara la calle sin peligros, luego que le pagué la carrera hasta allí, 160 bs. En mi monedero, sólo me quedaban 12 bolívares y las tarjetas de crédito y la de débito. Pensé, cuando llegue al aeropuerto, sacaré del cajero, para pagar la tasa de salida y el taxi, hasta la casa.
Caminé hasta el cajero automático, e inserté la tarjeta, por dos ocasiones, y no pude retirar el efectivo, y si la volvía a meter, se iba a anular la clave, por lo que me dirigí a la taquilla para hablarle a la joven que vendía las tasas de salida, que sólo me quedaban 12 bs. y ella me respondió que no podía hacer nada, así que le volví a insistir para que me aceptará el dinero incompleto, ya que la tasa costaba 32 bolívares, ella me volvió a responder que no podía hacer nada, en eso iba llegando un joven con un bolso deportivo rojo, de una conocida marca mundial, escuchó la negativa de la señorita de la taquilla y preguntó, ¿cuánto le falta?, yo le respondí 20 Bs. y el sacó la cartera y me dió el dinero un billete rosado, hermoso, nuevo, brillante, yo me quedé boquiabierta, minutos antes, había estado orando y pidiéndole a Dios, ver a una persona conocida, para pedirle el dinero.

 Le dí las gracias al hermoso joven rubio, de estatura mediana, robusto y figura atlética, por lo que, agradecí ese gesto con una sonrisa y un ¡Gracias, joven!, que Dios te bendiga. Pagué la tasa y logré entrar a la parte interna del aeropuerto, muy contenta y un poco más relajada por ese tremendo regalo que me había hecho Papá Dios. 

Al rato, embarcaba en el vuelo de regreso a casa, con un gesto de amor hacia ese joven rubio que me había hecho tan grande favor, y, volví a orar para agradecer nuevamente a Dios por facilitarme el regreso a mi ciudad.

BY// DAMELYS MARÍA MARTÍNEZ ROSILLO
Finalmente, comprendí que siempre es bueno mantener la esperanza y la confianza en Dios porque él se manifiesta en los pequeños y grandes detalles.

Valores en el cuento.
1. Fe en Dios.
2. Solidaridad.
3. Agradecimiento.
4. Respeto.