La sonrisa de los niños es como un acordeón que deja fluir su música en el ambiente, aunque a veces falta una tecla, ellos igual, sonríen. A la semana siguiente, empieza a sobresalir una pequeña puntita blanca, tan blanca y brillante que parece nácar.
Cancio es uno de estos niños, su sonrisa es tan amplia y bella que habla por sí sola, es un reflejo aterciopelado de su inocencia.
Al mudar su primer dientecito, todavía sin saber escribir muy bien, hizo un cuentico de un niño que volaba en su diente mudado al espacio exterior, visitó la luna dijo que era de queso palmizulia, por los cráteres.
Al mudar su primer dientecito, todavía sin saber escribir muy bien, hizo un cuentico de un niño que volaba en su diente mudado al espacio exterior, visitó la luna dijo que era de queso palmizulia, por los cráteres.
También fue a las estrellas, tomó una muestra y regresó con las manitas y la carita resplandeciente de escarcha dorada y plateada para colocar en el arbolito de navidad que le mando a hacer su maestra Anastasia.
Al regresar, se encontró con el Principito que venía de decorar las estrellas fugaces y le estrechó la mano, así que, la escarcha que traía en esa mano apreturrada, se puso rosada, y reflexionó que se la daría a su mejor amigo para que le colocara las bolitas al arbolito, de ese color. Pensaba ¡como me gustaría tener un arbolito de verdad, verdad!, verde tan verde como la esperanza, así que aterrizó en la Gran Sabana y tomó de uno de los tepuyes, un hermoso arbolito con un ramaje tan resplandeciente que lo traía en la mano escarchada de dorado.
Así que, al contacto del viento sabanero y de la humedad en su mano, el arbolito fue coloreado de rosado en todas las puntitas de las hojas, se veía tan bello que ya parecía un verdadero árbol de navidad.
Al llegar a su casa, tocó la puerta, su madre le abrió, quedó sorprendida porque su rostro estaba tan bello que parecía un querubín, tomó el árbol y le dijo: hijito, ¿de dónde traes el arbolito? Cancio responde, -¡papá, lo compró en el vivero! detrás venía su padre con una bolsa llena de adornos navideños.
La navidad para los niños es motivo de alegría así que es una buena manera de compartir con los seres más queridos las delicias de la mesa navideña, pero lo más importante el amor que nos manda Papá Dios a compartir con todos y todas.
LA NAVIDAD ES UNA ÉPOCA PARA CONSOLIDAR EL AMOR ...
Al llegar a su casa, tocó la puerta, su madre le abrió, quedó sorprendida porque su rostro estaba tan bello que parecía un querubín, tomó el árbol y le dijo: hijito, ¿de dónde traes el arbolito? Cancio responde, -¡papá, lo compró en el vivero! detrás venía su padre con una bolsa llena de adornos navideños.
La navidad para los niños es motivo de alegría así que es una buena manera de compartir con los seres más queridos las delicias de la mesa navideña, pero lo más importante el amor que nos manda Papá Dios a compartir con todos y todas.
LA NAVIDAD ES UNA ÉPOCA PARA CONSOLIDAR EL AMOR ...
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